Cada 8 de octubre el Perú rinde homenaje a uno de sus héroes más valientes, el gran Almirante Miguel Grau Seminario, y a los intrépidos tripulantes del monitor Huáscar. Esta fecha conmemora el Combate de Angamos, un evento histórico que marcó un hito en la Guerra del Pacífico.

Conoce a continuación los detalles de esta gesta heroica que aún resuena en el corazón de todos los peruanos.

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Plan chileno

En septiembre de 1879 la División Naval peruana compuesta por el monitor Huáscar, la corbeta Unión y el transporte Rímac, se dirigió hacia las costas chilenas para mantener la superioridad en el Pacífico. Mientras tanto, las fuerzas chilenas dirigidas por el Almirante Riveros, buscaban desesperadamente poner fin a los seis meses de resistencia del Huáscar.

Los chilenos diseñaron un plan para dividir sus fuerzas en dos grupos, uno en la costa y otro en alta mar, para atrapar al Huáscar y la Unión, pesadillas de la marina chilena. El 8 de octubre de 1879, dieron inicio al combate por la madrugada.

El Caballero de los Mares

Miguel Grau, conocido como el “Caballero de los Mares”, comandaba el Huáscar. A pesar de estar en clara desventaja, Grau tomó la iniciativa y disparó el primer cañonazo contra el Cochrane chileno. Sin embargo, un proyectil enemigo impactó en la torre del Huáscar, matando al almirante y a su ayudante.

A pesar de la pérdida de su líder los valientes tripulantes del Huáscar no se rindieron y continuaron luchando. El Huáscar sin control y con su artillería inutilizada, siguió disparando y trató de embestir al Blanco Encalada chileno sin éxito.

Después de una hora y diez minutos de combate desigual con el Huáscar casi inmovilizado y su tripulación diezmada, el Teniente Pedro Gárezon, ordenó hundir el barco. Sin embargo, los chilenos abordaron el Huáscar, tomando posesión de él.

Habilidades del Caballero

Miguel Grau Seminario, nacido el 27 de julio de 1834 en Piura, demostró una habilidad marítima excepcional y una compasión única hacia sus enemigos. A pesar de su victoria sobre la corbeta chilena Esmeralda en el Combate de Iquique, Grau ordenó salvar a los sobrevivientes del barco enemigo.

También es recordado por enviar una conmovedora carta a la viuda del capitán chileno Arturo Prat, comunicando su muerte y ofreciendo sus condolencias. Su gesto humanitario sigue siendo admirado por la población chilena.

El legado de Miguel Grau y su valentía en el Combate de Angamos perdura en la memoria de Perú y América Latina. Su espíritu de compasión y honor continúa inspirando a las generaciones actuales y futuras, recordándonos la importancia de la humanidad incluso en tiempos de conflicto.

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