Una marcha antiinmigrantes en la ciudad de Iquique (Chile) terminó con la quema de las pocas pertenencias de un grupo de venezolanos sin techo. Colchones, ropa, juguetes infantiles, entre otras cosas, ardieron en llamas tras la manifestación a la que asistieron alrededor de unas cinco mil personas este sábado.
Habitantes de Iquique protestaron ante la descontrolada crisis migratoria que enfrente el norte de Chile. Pues, actualmente vive un ingreso masivo de inmigrantes, que llevan a decenas de familias de extranjeros a montar sus carpas en espacios públicos.
Tras estos disturbios, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calificó los hechos como “una inadmisible humillación”. Así lo aseguró el relator especial sobre los derechos humanos de los migrantes de la ONU, Felipe González.
Desalojo
Este fin de semana el ambiente en Iquique estaba caliente. Por órdenes de la autoridad administrativa de la ciudad, la policía desalojó el viernes a decenas de familias de inmigrantes que habían montado sus carpas; ellas vivían en condiciones insalubres y precarias.
Dicho desalojo presentó incidentes y estuvo marcado por enfrentamientos entre carabineros y los inmigrantes. Este conflicto terminó con 14 detenidos y cinco policías heridos.
“El desalojo es algo que se había advertido y se está cumpliendo”, explicó el ministro del Interior, Rodrigo Delgado. “No está permitido utilizar los espacios públicos que tienen fines de esparcimiento, de recreación, para instalar viviendas transitorias”, manifestó el principal responsable político de orden y seguridad del Gobierno, que ha anunciado la reactivación de las expulsiones.
Disturbios
La marcha de las horas siguientes se organizó por redes sociales por los habitantes de Iquique y congregó a unas cinco mil personas, sin permiso de las autoridades. Protestaban por la descontrolada presencia de extranjeros y la falta de control que, aseguran, existe en la frontera.
Muchos de los ciudadanos movilizados llevaban banderas chilenas y de los pueblos indígenas de América Latina, según se aprecia en vídeos y fotografías. La marcha arrancó en la plaza Brasil y se dirigió luego al edificio de la delegación presidencial.
En la playa, un grupo insultó a una familia venezolana, que tuvo que ser resguardada por Carabineros. Luego, algunos de los manifestantes se dirigieron a un conocido espacio público donde viven inmigrantes, que fueron alertados previamente por la policía y alcanzaron a protegerse. Fue en esta esquina, en avenida Aeropuerto con Las Rosas, donde un grupo de chilenos armó la fogata y comenzó a lanzar las pertenencias de unas 10 familias.
“Lo que nos hicieron no se le hace a un ser humano”, decía entre lágrimas una venezolana a la que le incendiaron todo. “Nos quemaron todas las pertenencias, todo. Los papeles, todo. Se llevaron a uno de mis cachorros. Vivíamos en este lugar unos 30 venezolanos. No pudimos sacar nada”, aseguró la mujer, que contó que en el lugar vivían, además, unos siete bebés.
Crisis
Los hechos de este sábado en Iquique han provocado un repudio generalizado, pero en paralelo un debate profundo sobre la crisis. Una de las alcaldesas de la zona, Ljubica Kurtovic, que lidera el humilde municipio de Tocopilla, aseguró que su ciudad sufre de un abandono social histórico y que no tiene grandes fuentes laborales para generar ingresos a las familias locales.
“Como alcaldesa y vecina lamento la situación humanitaria, pero también lamento el deterioro que está sufriendo nuestra comuna”, reflexionó Kurtovic.
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