La filigrana de plata de Catacaos, reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación desde 2009, cumplió 15 años de este histórico logro. Artistas y autoridades locales conmemoraron la efeméride destacando el orgullo por su legado artesanal, aunque también señalaron los desafíos que enfrentan para mantener vigente esta tradición.
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Un legado de excelencia y sus obstáculos
Víctor Hugo Yarlequé Espinoza, destacado orfebre cataquense, resaltó el valor de la filigrana como un símbolo de identidad regional y una fuente de divisas para el país. Sin embargo, criticó la falta de apoyo estatal para impulsar el sector: “El Estado no prioriza nuestra actividad, lo que limita nuestro potencial para crecer y competir internacionalmente” , afirmó.

Por su parte, Alberto Quinde Campoverde, fundador de la Asociación de Artesanos en 1974, denunció las dificultades para acceder a materias primas como la plata y el oro, además de la competencia desleal del mercado informal. “Incluso el ácido sulfúrico, esencial para nuestro trabajo, se ha vuelto un recurso escaso y costoso” , señaló.
Reconocimiento histórico y apoyo municipal
El alcalde Johnny Cruz Flores respaldó los reclamos de los artesanos y reconoció su resiliencia. “A pesar de las trabas, los joyeros de Catacaos siguen entregando piezas de calidad excepcional” , destacó. Recordó también el esfuerzo de los artesanos que, en 2009, lograron que el Instituto Nacional de Cultura (INC) declarara a la filigrana como patrimonio mediante la Resolución Directoral 576/INC, firmada por Cecilia Bákula Budge.

Como parte de la conmemoración, se develó una placa en honor a los 15 años del reconocimiento, y un grupo de artesanos realizó una demostración en vivo de sus técnicas tradicionales, evidenciando la maestría que ha posicionado a Catacaos como referente mundial de la orfebrería.
Un futuro entre la tradición y los desafíos
La celebración no ocultó las preocupaciones del gremio. Los artesanos demandan políticas concretas para formalizar la actividad, garantizar el acceso a insumos y combatir la competencia informal. A pesar de ello, su dedicación mantiene viva una técnica que fusiona historia, arte y cultura, reafirmando que la filigrana de Catacaos no es solo un oficio, sino un símbolo de resistencia creativa.