La falta de obras del programa de Reconstrucción, una ciudad sucia y abandonada, maquinaria abandonada, burocracia en exceso así como desorganización en los documentos de gestión y otros muchos “males” que cada regidor expuso, llevó a que el pleno de concejo decidiera realizar una auditoría a la gestión de Juan Cieza.

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La última sesión ordinaria trató el tema en la estación de informes, donde en sus intervenciones los regidores, en su totalidad, mostraron su disconformidad, por el aspecto actual de la ciudad en donde hay carencia de agua potable, y el alcantarillado ha colapsado en casi todas las calles.

Uno a uno, señalaron que las calles están llenas de huecos, con montículos de material, basura que atentan contra la salud de los vecinos.

No podemos quedarnos en el plan de la queja, ahora somos gestión y debemos demostrar con trabajo que estamos buscando el cambio” fue la apreciación que llevó a plantear la realización de una Auditoria.

“Queremos responder con obras y asumir lo que es nuestro” señaló José Muñoz, quien llevó al voto el planteamiento de revisar una a una lo ejecutado por su antecesor.

Nueve manos en alto, fue la respuesta de los regidores, quienes autorizan al burgomaestre realizar la convocatoria para que la Contraloría les autorice el proceso para auditar lo vivido del 2015 al 2019, financiera y administrativamente.

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