El mercado bursátil chino sufrió su peor caída en 27 años, encendiendo alarmas a nivel global. El índice compuesto de Shenzhen, uno de los principales indicadores del mercado chino, se desplomó un 8,2%, su mayor descenso desde 1997. A la par, la Bolsa de Shanghái perdió un 6,6% y el índice CSI 300, que sigue a las principales empresas del país, cayó un 7,1%. Estas fuertes caídas ocurrieron después de la Semana Dorada en China, un período en el que los inversores esperaban anuncios de estímulos económicos. Sin embargo, Beijing no presentó nuevas medidas, generando incertidumbre y escepticismo en los mercados.
Según Richard Hunter, director de mercados de Interactive Investor, la falta de “acción específica de las autoridades” fue la principal causa de la caída, un sentimiento que compartió en declaraciones a The Guardian. Hunter explicó que “las medidas anunciadas antes de las vacaciones” no se tradujeron en nuevas políticas concretas, lo que aumentó la decepción entre los inversores.
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Ante la caída del mercado, la Oficina de Información del Consejo de Estado anunció una conferencia de prensa, donde el ministro de finanzas Lan Fo’an abordará la necesidad de «intensificar el ajuste anticíclico de la política fiscal». Algunas medidas, como la emisión de bonos gubernamentales, requieren la aprobación del Congreso Nacional del Pueblo, que se reunirá a finales de octubre.
Importancia para Perú
China es el mayor socio comercial de Perú, absorbiendo gran parte de sus exportaciones de minerales como el cobre y el zinc. Si la desaceleración china se prolonga, la demanda de estos productos podría disminuir. Esto afectaría directamente los ingresos de exportación de Perú y la estabilidad económica del país. Además, la guerra comercial entre China y la Unión Europea ha intensificado las tensiones globales. Esta situación podría alterar los flujos comerciales internacionales, lo que afectaría a economías emergentes como la peruana.
Alvin Tan, director de estrategia cambiaria de RBC Capital Markets, advirtió sobre una posible situación crítica. Si China no implementa un paquete de estímulos significativo, el reciente optimismo de los mercados podría cambiar rápidamente. Esto aumentaría los riesgos para economías que dependen del comercio con China, como la peruana.
Impacto global: La cadena de suministro en riesgo
La disputa entre China y la Unión Europea ha escalado. Beijing impuso aranceles a productos europeos como el brandy. También está considerando gravar los automóviles de gasolina importados. Estas acciones son una respuesta a los aranceles de la UE sobre los vehículos eléctricos chinos. Esta confrontación no solo afecta a las dos principales economías. También podría tener repercusiones en la cadena de suministro mundial. Esto genera preocupación en economías emergentes que dependen del comercio global.
Desafíos internos en China
A nivel interno, China enfrenta un grave problema de desempleo juvenil, que alcanzó el 18,8% en agosto. Esta cifra, combinada con la desaceleración económica, podría generar tensiones sociales que compliquen aún más la recuperación del país. La situación actual pone en duda la capacidad de China para alcanzar su meta de crecimiento anual del 5%.