En Catacaos (Piura), la devoción y la tradición familiar se mantienen firmes gracias a las hermanas Lupuche Paz, quienes, al igual que en su niñez, se preparan intensamente para conmemorar el Domingo de Ramos. Esta fecha marca el inicio de la Semana Santa en el distrito, y su símbolo más emblemático es la burrita blanca “María”, que representa el ingreso triunfal de Jesús a Jerusalén.
Marisol, Rosa, Karina, Diana y Lisbeth Lupuche heredaron de su abuelo, don Luis Paz Sosa, la Sociedad de la Burrita de Ramos, una de las más queridas expresiones de fe popular en el Bajo Piura. Aunque hace ocho años perdieron a su primer burrito tras un robo que dejó una profunda tristeza, una vecina de Monte Sullón les ofreció a «María«, una burrita dócil que, curiosamente, no permite cargar peso ni jalar carretas, pero participa con entusiasmo en la festividad.
Desde entonces, María recorre diversas comunidades como La Legua, San Jacinto y Monte Sullón, recolectando donativos. Acompañada por el sonido de un tambor, visita casas donde los vecinos entregan víveres: arroz, aceite, aves de corral, harina para chicha, y otros productos que se utilizan para la preparación de los banquetes comunitarios de Semana Santa.
Una celebración que une fe, cultura y familia
Las hermanas han preparado cuidadosamente los elementos ceremoniales: túnicas, palmas de plata, medallas, diademas de oro, estrella y espejo, que vestirán a María durante la procesión. Desde muy temprano, en Pueblo Nuevo, se alistan los potajes típicos como sopa de res, sopa de novios, arroz y el tradicional copús. Todo ello se comparte con las cofradías y los asistentes a la ceremonia.
A nivel litúrgico, la festividad inicia con el retiro de Lisbeth Lupuche, presidenta de la sociedad, acompañada por una banda de músicos. Desde su casa, se dirige al domicilio del alférez de la familia Silva Lupuche, donde se ofrece un desayuno. Luego, todos se trasladan a la iglesia Virgen de Las Mercedes para la bendición de palmas, y posteriormente a la iglesia San Juan Bautista para participar en la misa.
Uno de los momentos más emotivos se vive cuando la sociedad visita el cementerio local. Ahí, rinden homenaje a su abuelo y a antiguos miembros fallecidos, llevando flores en una romería cargada de simbolismo.
La burrita “María” se prepara para llevar al Redentor
Al mediodía, tras compartir un almuerzo en su sede, las hermanas Lupuche se encargan de vestir a María para su rol principal: conducir la procesión desde el templo Virgen del Carmen, en Monte Sullón, hasta la iglesia San Juan Bautista, en compañía del párroco Cléver Santur Rivera.
Para esta festividad, se estima la recolección de más de 20 pavos, gallinas, carne de res, arroz, camotes, pan, chicha, clarito y otros insumos que se utilizarán en las comidas comunitarias.
Con este esfuerzo conjunto, las hermanas Lupuche Paz no solo rinden homenaje a su linaje, sino que mantienen viva una de las tradiciones religiosas más queridas de Catacaos.