Diez cohetes se lanzaron este miércoles a una base que alberga a soldados de Estados Unidos en el oeste de Irak. El ataque se registró dos días antes de una histórica visita del Papa Francisco al país, informaron fuentes de los servicios de seguridad.
Los proyectiles cayeron en la base militar de Ain Al Asad, la cual tiene tropas iraquíes y extranjeras. Varios de ellos terminaron dentro de la zona donde se encuentran los soldados estadounidenses de la coalición internacional antiyihadista.
«Las fuerzas de seguridad iraquíes están llevando a cabo la investigación», dijo en Twitter el coronel Wayne Marotto, portavoz estadounidense de la coalición internacional antiyihadista.
Viaje arriesgado
Este ataque, el último de varios del mismo tipo perpetrados en las últimas semanas, muestra la dificultad logística que supone organizar la visita del papa a Irak, que comienza el viernes.
A las restricciones sanitarias debido a la pandemia del covid-19 se suman las tensiones entre las dos potencias más influyentes en Irak: Irán y Estados Unidos. Todo ello convierte el viaje de Francisco en una verdadera carrera de obstáculos.
En tanto, Washington señala regularmente a las facciones armadas proiraníes como responsables de este tipo de ataques con cohetes.
Según fuentes de los servicios de seguridad iraquíes, los proyectiles habrían sido disparados desde un pueblo cercano a la base. Asimismo, según fuentes de seguridad occidentales eran cohetes «Grad», concretamente de tipo «Arash», de fabricación iraní y más potentes que los usados recientemente.
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