Argentina es un país reconocido internacionalmente por la camaradería de su gente. En este contexto, el llamado turismo LGBTQ+ se ha desarrollado desde hace años en un entorno inclusivo y seguro para quienes emprenden la aventura de conocer este país. La promesa de experiencias y aventuras únicas, diversión y paisajes hermosos está garantizada.
La ciudad del Orgullo
La ciudad de Buenos Aires es el epicentro de la cultura LGBTQ+ argentina. Reconocida en reiteradas oportunidades como una de las más destacadas mundialmente, pone a disposición de cada persona que la visita un abanico de opciones que se adapta a todos los gustos y necesidades.
Ir al teatro, recorrer zonas históricas, disfrutar de la gastronomía local y cosmopolita o hacer un paseo de compras están entre los must al visitar la Ciudad. Su vida nocturna es una de las más seductoras de Latinoamérica, con bares y discotecas que convocan a la comunidad que hacen que las noches nunca se apaguen.
Y no solo eso, sino que desde 1992, la Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero, Intersex y Queer copa sus calles el primer sábado de noviembre. Con distintos lemas vinculados a la reivindicación de derechos, la bandera arcoíris es la protagonista de este evento único.
Se trata de una fiesta donde se celebra la diversidad. Dura toda la semana y se corona con la tradicional y nada convencional marcha del sábado 6 de noviembre. Un taller de arte trans, esculturas para la diversidad y una exposición fotográfica interactiva que retrata la historia de las marchas en la Ciudad, son algunas de las actividades que acompañan al festival central.
Más destinos LGBTQ+
Si se habla de ciudades referentes para el colectivo LGBTQ+, Rosario es de las primeras en resonar. Cuna de muchos derechos adquiridos, cuenta con propuestas pensadas para la inclusión. Recorrer la ciudad, visitar el Paseo de la Diversidad y descubrir las historias detrás de las luchas de la comunidad son algunos de sus atractivos. Luego, se puede optar por navegar en el Río Paraná o disfrutar de la gastronomía local, entre varias opciones.
Otro de los destinos populares es la ciudad costera de Mar del Plata, ubicada en la provincia de Buenos Aires. Playa Chica es la más elegida por la comunidad, un espacio natural para vivir el amor en libertad a orillas de las aguas del Océano Atlántico. Además, cuenta con alojamientos, pubs y discotecas para vivir el Orgullo.
Degustar los más refinados vinos en Mendoza no tiene comparación. A pocos kilómetros de la ciudad capital, se pueden visitar bodegas de nivel internacional. Pero no solo el paladar se deleitará. La postal de los viñedos que acarician la Cordillera de los Andes genera una sensación profunda en cualquier piel.
La cultura vitivinícola se refleja en una de las actividades emblemáticas de esta provincia como es la Fiesta de la Vendimia. Por supuesto, tiene una versión para el colectivo: la Fiesta de la Vendimia para Todxs, que tiene lugar el último fin de semana de febrero.
También es obligada una escapada para dejarse enamorar por la alta montaña en su mayor esplendor y conocer el Cerro Aconcagua, que es el pico más alto de los hemisferios sur y occidental, y el segundo de mayor altura relativa después del Monte Everest. Se puede llegar hasta allí a través de los caracoles de Villavicencio, otro lugar que nadie debe perderse.
¿Por qué Argentina es un país LGBTQ+?
En Argentina, se ha tomado la diversidad como política de estado ya desde hace tiempo. En la región, es pionera en el reconocimiento de los derechos del colectivo LGBTQ+: Unión civil, ley de identidad de género, matrimonio igualitario, el cambio de nombre en los documentos de identidad y el DNI no binario, son algunos de los derechos ya reconocidos en el país.
Asimismo, en el sector turístico busca generar espacios cada vez más inclusivos y seguros a través de herramientas concretas como por ejemplo el programa de reconocimiento, llevado a cabo este año bajo el sello “Todxs Bienvenidxs”, un sello que permite identificar a los prestadores turísticos se comprometen con la inclusión.