La historia de Ana Sophía Delgado Martínez (23), graduada como bachiller este último fin de semana en la Universidad de Piura (Udep), es admirable. Pese a la discapacidad visual, que afronta desde su nacimiento, se ha convertido en la primera invidente en culminar su carrera universitaria ocupando los primeros puestos en la región.

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Desde niña, Ana Sophía brilló con luz propia. Antes de los 12 años, ganó un concurso de Matemáticas; a los 17 años ingresó a la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura, donde docentes y autoridades académicas le facilitaron las herramientas necesarias para su aprendizaje, creando un software.

La joven estuvo acompañada de su padre durante la ceremonia. Foto: Udep

Además, le permitían que grabara las clases, enviaban material o describían las imágenes de sus cursos. Sin embargo, su amor por las letras la llevaron abandonar el mundo de la comunicación por el de las leyes, en la Facultad de Derecho de la misma Universidad (UDEP), donde no solo es una flamante bachiller, también profesora de su Facultad.

“Llegué en el momento en el lugar y en el hogar correcto y perfecto, porque sin mi familia no hubiera llegado a ser nada. Me siento muy bendecida realmente, porque siento que no soy la única que termina Derecho, siempre lo he dicho, somos los 5 integrantes de mi familia quienes hemos cursado la carrera. Yo siempre he visto a través de ellos y este logro es para ellos. En épocas de parciales y finales, nos organizábamos para que mi papá o mi mamá me leyeran las separatas, así aprendía”.

Su paso por el proscenio de la Udep, del brazo de su padre, y su discurso emocionó a los más de 390 jóvenes graduados como ella. Autoridades académicas, profesores y asistentes al evento realizado en Campus Piura aplaudieron el discurso que dio la joven abogada, en representación de los nuevos profesionales.

Carlos Delgado Zapata y Adriana Martínez son los padres de Ana Sophía. Son los ojos que le han permitido ver el mundo de una manera distinta, donde el amor y la paciencia de la familia han logrado un gran triunfo.

“Fue emocionante ver a Ana Sophía vestida con toga. Es un orgullo indescriptible, como padres pudimos apoyarla leyéndole las separatas que le daban en la Universidad”, contaron entre lágrimas.

Hoy, Ana Sophía es lo que la Mgtr. Patricia Soto, directora de estudios de la UDEP, pedía e invocaba a los graduados en la ceremonia: “Sean protagonistas de su propia vida. No tengan miedo a ser ‘impopulares’.  Y atrévanse a ir contracorriente”.

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