Con lo sucedido en estos últimos días de pronto se han confirmado los peores temores. Ya desde hace un buen tiempo venía circulando un rumor terrible y este es que el Rey no tiene liderazgo y comparte el poder con un asesor de apellido italiano. Desde hace tiempo dice que la abdicación del Rey en favor de Bertini es total. Se comentaba que es este el que autoriza la contratación de gerentes, funcionarios, decide obras. Eran rumores.
Pero ver la forma como se expresa en los WhatsApp demuestra que no era mentira. Que Bertini y el Rey han reeditado la versión de Montesinos con Fujimori.
Hoy ya no queda duda que el Rey solo es el mascarón de proa de un gobierno sin norte y en manos de un inexperto con mala fe. Un hombre sin conocimiento de estado. Ese es el Gobernador que tenemos. Hace tiempo vengo diciendo que el Rey no tiene ni liderazgo ni conocimiento. Hoy ya hay evidencias que venía un caudal de más de 3,500 m3/s. Lo supo un día antes. Y ambos cogobernantes no supieron que hacer. Ambos dueños temporales del poder no supieron que debían comunicar el hecho a la población para que proteja su vivienda y su propiedad y para que evacúen.
Creo que no solo Bertini debe ser apartado del Poder. Varios más deben irse. Y sin duda el Rey está cerca de un triste final. Habrá denuncias. Sin duda, las decisiones siempre tienen consecuencias.
Lo sucedido recientemente nos devuelve a la realidad. El peruano, en este caso el piurano no debe quedarse sin hacer nada. Debe enterarse. Participar en política. Saber a quién elige. No solo alegrarse con lapiceritos, globos, tapers. No se trata de doy un regalo en campaña para que luego lleguen a llevarse todo. Se trata de que participes de los problemas de tu región. Hoy es el momento que se acerca la reconstrucción. Participa, aporta, fiscaliza. En momentos de elecciones no le entregues el cargo a inexpertos solo porque te abrazó bien o cargó a tu hijo. Analiza, entérate y participa. Depende de ti.
Piura está hecha para mejores destinos. Su pueblo y su historia lo exigen. Su sangre y sus sueños lo merecen. Ni más ni menos.