Más de 30 años investigado ha sido Alan y nunca han encontrado nada.
En un ratito a todos les encuentran. Eso demuestra que esa frase cojuda de "la ha sabido hacer" en Derecho Penal no existe.
Caso contrario ya le habrían encontrado algo. ¿O es que todos son brutos y el único que la sabe hacer es Alan? Es algo que no resiste el menor análisis.
Recordemos que todos los gobiernos (Fujimorista, Toledista, Humalista, ppkausa) lo han investigado. Nunca hallaron nada. Ni fiscales norteamericanos (Morguenthau), ni en Liechtenstein, ni colombianos, ni brasileños, ni peruanos. Nadie.
Es fácil comprender esto. No la ha sabido hacer porqué nunca hizo nada, eso sería lo coherente.
No aceptar lo evidente sería admitir que todos son brutos y Alan es el único genio mundial. Semejante estupidez no se puede sostener. Yo creo que va siendo hora que la pasión política no ciegue lo tan simple.
Yo entiendo que haya ciudadanos a los que García les caiga mal. Tal vez porque lo ven gordo, o lo ven grande de tamaño, o por la forma de reírse, o quizás por el período inflacionario 1988 a 1990. Por todo eso, algunos le pueden tener antipatía. Lo que no puedes hacer es imputarle cosas que no ha hecho sin prueba alguna.
Sin embargo, hay algunos que aún siguen esperando 32 años después que aparezca algo. Si no han encontrado nada es porque no hay nada. Creo que el tiempo ha puesto ya las cosas en su lugar.
Es imposible aducir ahora que Alan maneja el Poder Judicial brasileño, los jueces norteamericanos. O decir que son apristas. Eso ya no basta. O decir que lo hace por medio de testaferros. Pero si llevan más de 30 años levantando secretos bancarios e investigando a los supuestos testaferros y nunca encuentran nada.
El tiempo no solo ha puesto las cosas ya en su lugar sino que ya es hora que la historia repare moralmente a un hombre que, entrando a los 70 años de vida ha sido dura e injustamente maltratado. No es posible que cerremos los ojos.
No debe repetirse la historia que solo después que muere le empiecen a reconocer como Honrado. Debemos cansarnos de herir a quienes merecen ser reconocidos. Y premiar a los que no valen la pena. Solo así el Perú podrá exorcizarse de tanta mala entraña. Solo así seremos un país que avanza y mejora. El Bicentenario ya lo exige. Ni más ni menos.