A punto de cumplir sus 80 años de edad, Alfredo Flores Tineo, es un abuelito que a causa de un derrame articular está destinado a movilizarse en una silla de ruedas; aquella que sacó a crédito y debe terminar de pagarla pidiendo limosna en la calle.
De pequeña estatura, siempre con su gorro de los colores patrios y con su pequeño morral, Alfredo concurre todos los días a la vereda de los exteriores de América TV (Av. Sullana), para solicitar la ayuda económica de los transeúntes.
Don Alfredo conversó con Walac Noticias, y nos contó que su destino de estar en una silla de ruedas se remonta a octubre del año pasado. Sufrió un desmayo repentino en el interior de su casa. Luego de ser llevado de emergencia al Hospital Santa Rosa, le dijeron que iba a quedar impedido de poder caminar y si quería volverlo a hacer, tendría que llevar una serie de tratamientos.
“El doctor me dijo terapia, terapia… pero si no tengo, cómo voy hacer. Yo solo me encargo al Señor”, manifestó.
Sin embargo, debido a que no cuenta con los suficientes recursos económicos, Alfredo decidió no seguir con aquellos tratamientos. Por lo que tuvo que hacer uso de una silla de ruedas para que se pueda desplazar.
Nos contó que su vehículo lo obtuvo al crédito a un precio de 450 soles. Por ello, tiene que salir todos los días a la calle y pedir limosna para poder pagarla, con la vergüenza que siente, por llegar a esta situación.
“Esta silla la saqué a crédito. Algunas personas de buen corazón me ayudan con algunas monedas, me da vergüenza pedir; pero qué voy hacer. Tengo que pedir, porque no voy a robar. Mis padres me enseñaron desde muy niño la honradez”, relató.
Don Alfredo espera la solidaridad de los piuranos. Solicita ayuda de alguna ONG que le puedan brindar un mejor estilo de vida a él y su hermano Calixtro de 84 años, con quien vive.
Vacunado
Alfredo vive solamente con su hermano mayor en su hogar que está situado en el asentamiento Santa Rosa en Piura. Ambos ya recibieron la primera dosis de la vacuna contra la covid-19.
Según nos contó, ambos no tienen familia, pues de ser 5 hermanos, sus 3 hermanas mujeres fallecieron hace mucho. Es por ello que, actualmente tienen que vivir de lo que sus vecinos les dan o de lo que él pueda obtener de las limosnas.
Mientras Alfredo está en la calle, su desayuno y almuerzo lo recibe de dos señoras que venden cerca de donde se encuentra.
A la espera de un milagro
Relata que cada día en la mañana, antes de salir a la calle, sintoniza Radio María para escuchar la santa misa en una pequeña radio a pilas que carga con él en su morral. Junto a ello, carga sus sagradas estampitas, a las que siempre dedica una oración.
Nos manifiesta su devoción por el Señor de los Milagros, de quien fue parte de la hermandad de devotos por más de 40 años.
“Yo soy de la hermandad del Señor de los Milagros de Piura; 40 años cargándolo al señor. Pero acá estoy pensando en él pidiéndole cada día que me ayude. Le digo: Señor, tú que eres de los milagros, hazme un milagro para poder hincarme hacía a ti”, nos dijo.
De acuerdo con Alfredo, su fe y esperanza no se pierde, es por ello que “no tiene miedo a la covid-19″.
Él pide que las personas lo puedan ayudar, al menos para terminar de pagar su silla de ruedas. Si bien no cuenta con algún medio de contacto, las personas lo pueden encontrar en los exteriores del canal de América Tv, allí está hasta las 6 de la tarde; luego, con ayuda de algunas personas, se desplaza hasta Plaza Vea.
A las 8 de la noche, algunas personas que ya lo conocen, lo llevan hasta su casa.