La violencia contra la mujer es un fenómeno social que corre el riesgo de «normalizarse» si no es atendido adecuadamente, con respuestas rápidas para las víctimas y sanciones severas para los agresores.
Así lo ha advertido María Semino Sayán, coordinadora del Centro de Emergencia Mujer (CEM) de Piura, quien informó que de enero a junio de este año han recibido 1.247 denuncias por violencia en toda la región. De este total, el 92,7 % (1.156) son por violencia física y el 7,3 % (91), por violencia sexual.
La coordinadora informó que Talara es la provincia que registra más denuncias: 249. Le siguen las provincias de Piura, con 229; Sullana, con 200; Paita, con 143; Sechura, con 142; Morropón, con 114; Huancabamba, con 105; y Ayabaca, con 65.
Pero María Semino calcula que en cada zona hay un número similar de casos que no son denunciados, «a veces por miedo o por desconocimiento, otras veces porque la mujer se echa la culpa o asume la violencia como parte de la convivencia». Añade que el hecho de que las víctimas dependan (sobre todo económicamente) de sus parejas es uno de los principales factores por los que ocurren este tipo de casos.
Por otro lado, hasta julio de este año, los dos juzgados de Familia de la Corte Superior de Piura registraron más de 3.489 denuncias por violencia contra la mujer, informó el juez del Primer Juzgado de Familia de Piura, Ernesto Rebaza Iparraguirre.
De este total, el juzgado emitió tres mil medidas de protección a favor de las mujeres, que prohíben el acercamiento del agresor a la víctima, pero no garantizan que se cumpla, ya que la ley a veces obliga a los letrados penales a dejar en libertad al denunciado.
Esta semana, la ministra de la Mujer, Ana María Romero, anunció que repotenciará la línea 100 para ampliar la atención a quienes que decidan comunicarse para denunciar maltratos y ataques. Un reporte de este sector da cuenta que Piura es la tercera región que más registra llamadas a este número, después de Lima Metropolitana y el Callao.