La Defensoría del Pueblo demandó que se tomaran medidas correctivas inmediatas en el Centro Juvenil Miguel Grau, donde detectó serias deficiencias en las instalaciones, tanto en la infraestructura como en la seguridad. La atención de la salud y alimentación de los adolescentes albergados también fue críticada. Esto ha puesto en alerta a las autoridades ya que temen que se vuelva a repetir una situación parecida a lo sucedido en el Centro Juvenil de Trujillo.
INFRAESTRUCTURA DEFICIENTE
Antes de ingresar al local se advirtió que la pared lateral del cerco perimétrico presenta grave riesgo de colapso y que algunas rejas no están debidamente adheridas a la estructura. En algunos pabellones se constató que techos y paredes estaban en mal estado. El sistema eléctrico también presenta riesgo de generar corto circuito dada su antigüedad y falta de mantenimiento.
Además, los profesionales de la Defensoría del Pueblo corroboraron información proporcionada por la EPS Grau. No exiten hidratantes cercanos al centro juvenil que puedan usarse de producirse un incendio y tampoco se cuenta con una movilidad para trasladar a pacientes en casos de emergencia.
SERVICIOS BÁSICOS
La supervisión permitió detectar que los servicios higiénicos están en mal estado y en deplorables condiciones de higiene. Situación similar se halló en el área de cocina donde hallaron abundantes insectos, un sistema de refrigeración en mal estado y muebles deteriorados e inclusive alimentos ya caducados y en estado descomposición.
Ante las deficiencias advertidas, la Defensoría del Pueblo exigió a la dirección del centro juvenil iniciar acciones inmediatas que permitan garantizar la integridad y salud de los internos, asimismo, se enviará un informe a la Gerencia General de Centros Juveniles.