Para hacer frente a la mastitis durante la lactancia materna es recomendable continuar dando pecho al bebé, porque esta práctica contribuye a despejar y liberar los conductos mamarios que puedan estar infectados u obstruidos, señalaron especialistas de EsSalud.
“Cuando el niño succiona el pecho de su madre al lactar, los conductos de los senos se vacían y se van liberando de posibles agentes que provocan la infección y de las obstrucciones que pudieran presentarse”, señaló Zulma Venegas Berrocal, ginecóloga del centro de atención primaria III Alfredo Piazza de EsSalud.
La especialista manifestó que la mastitis afecta aproximadamente a un 10% de las mujeres que se encuentran realizando el importante proceso de la lactancia materna y que al ser una infección en la glándula mamaria provoca inflamación con dolor muscular, fiebre y enrojecimiento además de la aparición de pequeñas heridas en el seno y en los pezones.
Recomendó dar de mamar al niño con mayor frecuencia, y que, para ello, se debe estimular al niño ofreciéndole constantemente el pecho.
“De no lograrlo, se debe vaciar la leche de los senos ayudándose con las manos para superar la ingurgitación, que es el aumento de volumen y de consistencia de un órgano y en esta ocasión es el tejido mamario o parte de él”, explicó.
Añadió que la primera medida a tomar para evitar la mastitis es la prevención y que, para ello, deben las madres lactantes realizarse una limpieza cuidadosa de los pezones, luego de cada toma.
“También es importante observar si se presentan heridas en el pezón o en su contorno, con el objetivo de evitar infecciones y finalmente asegurarse que el bebé sujete correctamente el pecho en cada toma”, recalcó.
Sugirió colocar compresas de calor localizado en el seno afectado, realizar masajes suaves y, en caso de fiebre por más de un día, se debe acudir al médico especialista para seguir un tratamiento adecuado.
Fuente: Andina