Las intensas lluvias de los últimos meses perjudicó a los artesanos y arcilleros de La Encantada, en Chulucanas. Las canteras de donde sustraen la materia prima para la elaboración de ladrillos y cerámica, están inundados. Hace dos meses que no hay producción y la economía está paralizada.
Nombrar el centro poblado La Encanta es lo mismo que decir cerámica. Los 350 talleres de artesanía que hay en la zona ya no fabrican, las manos prodigiosas de los artesanos ya no pueden crear, no hay fuente de trabajo; no hay arcilla para trabajar.
Catacaos que es el principal comprador de cerámica, no ha realizado su pedido y los ceramistas están más que preocupados. Dicen que los bancos no los esperarán para pagar los préstamos y los «trabajitos» que hacen eventualmente solo alcanza para el almuerzo.
El alcalde de La Encantada, José María Seminario Bruno, dijo que los representantes del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo se comprometieron a apoyar a los 350 artesanos, sin embargo, solo se ha destinado dinero a 115 ceramistas, creando malestar en la población.
Seminario Bruno pide al Estado tomar más atención a La Encantada, el municipio solo recibe 5 mil soles mensuales, dinero que no llega a tiempo y que es insuficiente. Ellos solicitan que el centro poblado sea declarado capital de la artesanía de la región.
El mismo problema atraviesan los trabajadores de las ladrilleras, los hombres de campo que trabajan la arcilla nos cuentan que nadie los ayuda, nadie nunca les dio la mano. Las canteras están llenas de agua, y la producción ha bajado completamente.
Confiamos que el Gobierno apoye a los pobladores afectados y que se inicie lo más pronto las labores de rehabilitación y reconstrucción de nuestra región.