Durante el primer trimestre del 2025, la región Piura ha experimentado un crecimiento económico significativo, impulsado principalmente por el sector manufacturero. Sin embargo, este avance no se ha traducido en una mejora sustancial en el acceso al empleo formal. De acuerdo con César García, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo, el número de trabajadores informales continúa siendo alto, afectando directamente la productividad, competitividad y sostenibilidad económica de la región.
Crecimiento de la manufactura en Piura y su impacto económico
En los primeros tres meses de 2025, la economía de Piura creció 5.7 %, superando el promedio nacional. La manufactura, como uno de los sectores clave, ha registrado un crecimiento superior al 20 %, consolidándose como una actividad económica estratégica para la región. Este sector transforma productos derivados del mar, la tierra y el petróleo (como pota, algodón, limón y crudo) en bienes con valor agregado, entre ellos diésel, cemento, aceites esenciales, jugos y productos congelados para exportación.
Actualmente, la manufactura representa cerca del 20 % del total de la producción regional. En Piura operan más de 5,800 empresas manufactureras, de las cuales el 94 % son microempresas, muchas nacidas de emprendimientos locales que procesan recursos naturales. Esta diversidad genera un ecosistema productivo complejo, donde grandes industrias conviven con pequeños talleres, lo que representa desafíos diversos en su desarrollo.
Alta informalidad laboral limita el desarrollo de la región
Pese al dinamismo del sector manufacturero, más del 76 % de sus trabajadores en Piura se encuentran en condiciones de informalidad. “Eso significa que más de 60,000 personas no tienen contrato seguro ni pensión futura, y están vulnerables ante cualquier choque económico”, señala César García. La región es la tercera del país con mayor número de trabajadores informales en el rubro.
Aunque la tasa de informalidad bajó porcentualmente de 82 % en 2014 a 77.7 % en 2024, el número de personas en esta condición aumentó. En 2024, más de 836,000 trabajadores se encuentran en la informalidad, frente a los 732,000 registrados hace diez años. Incluso respecto al año 2019, previo a la pandemia, hay más de 55,000 personas adicionales en empleos informales.
Uno de los factores estructurales que impide la formalización es la carga burocrática. Muchas microempresas —como restaurantes, peluquerías, talleres o tiendas— están lideradas por personas sin formación técnica o superior, lo que dificulta su acceso a trámites tributarios y regulatorios. “Los emprendedores no me van a dejar mentir, cuando uno quiere conocer los requisitos para poder formalizarse, muchos se marean con todo lo que les solicitan”, comenta García.
Además, la inseguridad ciudadana afecta directamente a estas pequeñas unidades de negocio. “Quienes son más vulnerables ante esta ola creciente de la inseguridad ciudadana son ellas, las microempresas, porque son blancos más fáciles de los delincuentes para ser extorsionadas”, añade.
La necesidad de un enfoque integral para impulsar la formalización
El economista plantea que la formalización no debe ser una responsabilidad exclusiva del gobierno central, sino que debe abordarse desde una estrategia multisectorial. Los gobiernos regionales y municipales deben contribuir con infraestructura adecuada, servicios básicos y condiciones seguras que favorezcan la operación de las microempresas. Factores como el estado de las carreteras, el acceso a electricidad y agua, y la seguridad ciudadana influyen directamente en los costos de operación y el crecimiento empresarial.
En cuanto a referentes regionales, países como Chile, Uruguay y Brasil destacan por tener mayores tasas de formalización, gracias a políticas más específicas para acompañar a los emprendedores. “Las microempresas están más conectadas al sistema financiero. Se usa mucho el tema de las billeteras digitales, lo cual ayuda a generar un historial crediticio y facilita el acceso a financiamiento”, explica García.
De cara al mensaje presidencial del 28 de julio, el economista espera acciones concretas frente a la inseguridad ciudadana. Para él, la formalización debe ir acompañada de condiciones adecuadas que permitan que más piuranos accedan a empleos de calidad. “No se trata solo de crecer, sino de crecer con formalización y productividad. La manufactura representa para Piura una oportunidad real para lograrlo.”