En medio del dolor y la indignación, Miguel Ángel Morillo Morales, amigo y compañero de Darwin Coveñas Panta, una de las 13 víctimas del asesinato múltiple ocurrido en una mina de la empresa Poderosa, en la provincia de Pataz, pidió al Gobierno justicia urgente para los fallecidos y cuestionó duramente las prioridades de la presidenta Dina Boluarte.
Durante el sepelio realizado en el distrito de La Unión, Morillo expresó su frustración por la inseguridad y violencia que se vive en el país. En ese contexto, reclamó que, mientras los ciudadanos mueren a manos de sicarios, el Gobierno discute aumentos salariales.
“Le pido al presidente de la República que se ponga la mano al corazón. No es momento de discutir sueldos, sino de ver por la justicia de los compañeros que han sido asesinados. Hay demasiados sicarios, demasiadas muertes todos los días”, declaró.
Morillo también denunció la impunidad con la que operan los criminales, señalando que los asesinos deben ser castigados con todo el peso de la ley.
“Si el pueblo hiciera justicia con sus propias manos, ahí sí aparece la policía. Pareciera que los delincuentes tienen más derechos que nosotros, no podemos hacer nada”, lamentó.
Masacre en Pataz
El crimen de Pataz, donde 13 trabajadores de seguridad fueron asesinados, ha generado una fuerte conmoción nacional, evidenciando la creciente inseguridad en zonas mineras y la falta de respuestas efectivas del Estado.
La voz de Morillo, desde el barrio San Sebastián en La Unión, refleja el clamor de cientos de familias que piden no solo justicia, sino también acciones concretas del Gobierno para frenar la violencia que golpea a los peruanos.