La pesca artesanal en Piura se ha consolidado como un pilar esencial para la economía regional y el sustento de numerosas familias. Hasta el 2022, se estimaba que el número de pescadores artesanales a nivel nacional alcanzaba los 55 mil, de los cuales 19 mil se encontraban en nuestra región.
Sin embargo, un 87% de pescadores en Piura trabajan en la informalidad, sin acceso a derechos laborales ni cobertura social. Así lo informó Germán Vega, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).
El especialista explicó que los procesos burocráticos dificultan la formalización, impidiendo que puedan operar dentro de la ley, acceder a sistemas de seguridad y vender el producto a un mejor precio. Esta situación no solo afecta a los pescadores, sino también a la calidad y trazabilidad de los productos marinos.
“Es fundamental avanzar en políticas que simplifiquen la formalización y promuevan incentivos reales para que los pescadores puedan operar dentro de la legalidad. La regularización del sector no solo beneficiaría a los trabajadores, sino que también fortalecería la seguridad alimentaria y la competitividad de la industria pesquera en la región”, detalló el economista.
Además, según el especialista, la alta concentración de pescadores artesanales en la región evidencia la alta dependencia de la población local respecto a la pesca artesanal en su vida cotidiana.
“La pesca artesanal es una actividad altamente exigente que requiere condiciones laborales óptimas y seguras para su desarrollo. Implica un esfuerzo físico considerable y conlleva riesgos inherentes, como jornadas prolongadas en altamar durante la madrugada. La implementación de programas de formación continua y capacitación puede contribuir a la reducción de estos riesgos y a la optimización de las prácticas pesqueras. Sin embargo, para ello es fundamental ampliar la cobertura de embarcaciones formalizadas, garantizando estándares de seguridad y mejores condiciones laborales para los pescadores”, precisó.
Piura líder en pesca artesanal
Vega agregó que Piura es una región clave para el comercio pesquero. De acuerdo a datos de PRODUCE, el departamento alberga los dos puertos de embarcaciones pesqueras artesanales con mayor presencia a nivel nacional: Paita, con un 21.3%, y Talara, con un 14.6% de participación.
Hasta el 2022, el 79% del volumen del desembarque pesquero se concentraba en la Pota. Le iguen, en menor medida el Perico, Merluza, Lisa, Caballa y Bonito.
A pesar de esta relevancia, las condiciones en las que se realiza la pesca artesanal en la región siguen siendo tradicionales. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de mejorar la eficiencia y seguridad de este trabajo.
De acuerdo con el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero, Piura concentra el 30% de pescadores artesanales embarcados a nivel nacional. Es decir, aquellos que usan como medio de pesca los botes a remo, caballitos de totora, balsillas y pequeñas embarcaciones a vela o con un motor fuera de borda.
“En Perú la pesca artesanal tiene una alta incidencia en la economía, debido a su contribución al empleo y a la seguridad alimentaria. Es la principal fuente de recursos hidrobiológicos para el mercado interno, abasteciendo el consumo local y garantizando la subsistencia de las comunidades pesqueras. En Piura, juega un papel crucial en el desarrollo económico, generando ingresos y promoviendo la sostenibilidad de la región”, acotó.