La región de Piura enfrenta una severa crisis hídrica que pone en peligro la cosecha de maíz, arroz y otros cultivos, lo que desencadenaría pérdidas millonarias y de miles de empleos. Macario Silva Vílchez, presidente de la Junta de Usuarios del Sector Hidráulico Menor Medio y Bajo Piura, advierte que solo un milagro podría salvar las plantaciones, ya que desde el pasado martes se interrumpió el suministro de agua para uso agrícola.
El dirigente señala que la situación de los agricultores es cada vez más crítica debido a la falta de agua para sus sembríos. Esto provocará un impacto económico significativo. El Proyecto Especial Chira Piura (PECHP) confirmó que desde las 00:00 horas del 15 de octubre se restringió el suministro de agua para uso productivo-agrícola. Esta decisión la tomó el Grupo PADH–Plan de Aprovechamiento y Disponibilidades Hídricas, tras evaluar las condiciones actuales del reservorio Poechos.
La prioridad: agua para consumo humano
El agua restante en el reservorio se destina exclusivamente al consumo humano y ganadero, según explicó Silva Vílchez. «Para el sector agrícola ya no queda agua en el reservorio. Sin aportes o ingresos de agua, es difícil atender los cultivos de aquí en adelante, porque lo poco que queda es para consumo humano, que es la prioridad», enfatizó.
Cultivos como el maíz y el arroz están en riesgo inminente. En el caso del maíz, aunque algunas parcelas recibirán el último riego y se logrará una pequeña cosecha, hay 1 000 hectáreas en peligro. En cuanto al arroz, las 1 900 hectáreas sembradas en esta campaña en el Medio y Bajo Piura se perderían. Ello debido a que se encuentran entre un 50% y 60% de su desarrollo y necesitan agua para continuar.
Las pérdidas económicas se estiman en millones, considerando que en las zonas de El Chira, Sechura y Medio y Bajo Piura se suman más de 13 000 hectáreas afectadas. «Esperamos solo un milagro de Dios, que haya lluvias en el sistema Catamayo o en las zonas del Quiroz y Macará para que aporten agua al sistema Poechos y así podamos continuar atendiendo los cultivos. Dependemos de la naturaleza», agregó Silva Vílchez.
Mientras tanto, en Catacaos, los agricultores conectaron una motobomba al dren Sechura para extraer agua y poder regar sus cultivos en el sector Palo Parado, donde el suministro cesó.