En el caserío Ejidos de Huan, en Piura, la I.E.I. Mi Mundo de Colores enfrenta serias dificultades para ofrecer una educación adecuada a 71 niños y niñas. Debido a la falta de infraestructura, servicios básicos y cerco perimétrico, los estudiantes se ven obligados a aprender en condiciones precarias.
La directora del centro, Milagros Calero, explicó que actualmente la escuela carece de servicios esenciales como agua potable, energía eléctrica e internet. Esto afecta el desarrollo académico de los pequeños. Esta situación se debe, en parte, al impago por parte de la Dirección Regional de Educación.
Para suplir la falta de agua, son los padres de familia quienes deben llevar el recurso en bidones o botellas, que se utilizan para mantener limpios los servicios higiénicos y para cocinar. Aunque cuentan con un tanque de agua, el costo del servicio es elevado y difícil de asumir para los padres, quienes, a pesar de estas dificultades, han demostrado su compromiso con la educación de sus hijos. «A pesar de todo, hemos logrado instalar un huerto escolar donde los niños pueden aprender», añadió la directora.
Por otro lado, la capacidad de la única aula de material noble no es suficiente para albergar a todos los alumnos. La sala ha sido dividida con triplay para acomodar a los niños de 3 y 4 años, mientras que 25 niños de 5 años reciben clases en una casa prestada por un vecino de la comunidad. A pesar de las promesas de las autoridades para dotar de dos aulas prefabricadas a la escuela, hasta el momento los padres de familia y los docentes siguen esperando su instalación, que depende del gobierno central y el Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied).