Cerca de 200 estudiantes de inicial y primaria, junto con los vecinos del A.H. La Molina, en el distrito Veintiséis de Octubre, están enfrentando una grave situación debido al colapso de un buzón de desagüe. Este incidente, que es recurrente, afecta directamente la salud y el bienestar de la comunidad, especialmente de los niños, quienes sufren dolores de cabeza y de estómago a causa de los fuertes olores.
El más reciente colapso se registró el jueves 8 de agosto en la zona B del sector II del A.H. La Molina, específicamente entre las calles Eucalipto y Jerusalén, a un costado del colegio Pitágoras School. Los docentes del plantel informaron que no es la primera vez que ocurre un afloramiento de aguas servidas, y que la situación perjudica a 175 estudiantes, la plana docente y administrativa.
«Todos estamos afectados por este nuevo colapso, pero sobre todo los niños con dolor de cabeza y de estómago. En reiteradas oportunidades se registra el colapso, pero solo dan soluciones que duran días», señalaron los docentes, visiblemente preocupados por la salud de sus alumnos.
Debido a la gravedad del problema, los responsables del colegio Pitágoras School tomaron la decisión de suspender las clases en el nivel inicial, ya que los estudiantes no pueden ingerir sus alimentos debido a los olores nauseabundos. Los moradores, por su parte, realizaron reclamos ante la Empresa Prestadora de Servicios (EPS) Grau, exigiendo una limpieza inmediata del buzón afectado.
«Estamos llamando a la EPS para que se haga presente y realice la limpieza. Queremos limpieza de desagüe», indicaron los residentes, mostrando su frustración ante la falta de una solución efectiva.
Los vecinos también expresaron su indignación por el hecho de que, pese a no contar con un servicio adecuado de agua y desagüe, la EPS Grau les cobra mensualmente.
«Siempre se suscitan estos hechos, cobran mes a mes, no tenemos agua, hacemos llamadas a la empresa, pero hacen caso omiso. Así como cobran, deben de ser responsables de ofrecer un buen servicio. Los más afectados son los pequeños; con el calor del sol, el olor es insoportable», manifestaron los indignados moradores.