La escena política en Estados Unidos y el Partido Demócrata ha sido sacudida por la renuncia de Joe Biden a la reelección de cara a las elecciones de noviembre. Este movimiento se produjo luego de una desastrosa aparición en el debate de junio, que llevó a varios políticos a sugerir que el mandatario debía dar un paso al costado.
En las últimas horas, surgieron varios nombres como posibles reemplazos del líder demócrata para enfrentar al republicano Donald Trump, entre ellos la exprimera dama, Michelle Obama. Desde el mismo día del debate, prominentes donantes como George Clooney, gobernadores, y antiguos residentes de la Casa Blanca, aunque de manera anónima, comenzaron a pedir la salida de Biden.
Desafío electoral
La caída de Biden parecía inevitable, y ya se barajan nombres para reemplazarlo en la candidatura demócrata para las elecciones del 5 de noviembre. Con Trump ligeramente adelante en las encuestas, los demócratas enfrentan la difícil decisión de presentar a un candidato capaz de vencer al republicano. O uno dispuesto a sacrificarse y esperar cuatro años. Michelle Obama es una de las voces más mencionadas para reemplazar a Biden en su carrera hacia la Casa Blanca.
Según una encuesta de Reuters/Ipsos, la exprimera dama cuenta con un apoyo del 50% del público estadounidense. Ello, en comparación con el 39% de apoyo para Trump. Sin embargo, Michelle Obama aseguró en repetidas ocasiones que no tiene la intención de postularse para la presidencia. A pesar de su apoyo a la fórmula Biden-Harris, declaró hace ocho años que «de ninguna manera» postularía a la presidencia, reafirmando su posición.