El presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, aclara cómo debemos referirnos a los movimientos telúricos de manera precisa. Según Tavera, en Perú es común llamar terremoto a cualquier sacudida del suelo que cause daño y temblor a las que no. Conoce si se dice temblor, sismo o terremoto.
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Terminología de movimientos telúricos
En otros países, hay una única denominación para estos eventos. Por ejemplo, en Estados Unidos se usa «earthquake» para todos los movimientos telúricos. En Perú, para evitar confusiones, el IGP prefiere utilizar el término «sismo». Tavera explica: “En términos generales un sismo, un temblor o un terremoto significan vibración súbita del suelo o del subsuelo debido al paso de las ondas sísmicas. Técnicamente son lo mismo, son sinónimos”.
Liberación de energía y magnitud
Existe la creencia popular de que los pequeños temblores liberan energía y previenen grandes terremotos, pero Tavera aclara que esto no es cierto. La magnitud de un sismo se incrementa en 30 veces más energía con cada grado. Para ilustrar esto, Tavera explica que un sismo de magnitud 5 libera energía equivalente a una bomba atómica, mientras que uno de magnitud 6 equivale a 30 bombas atómicas. Un sismo de magnitud 8 sería similar a 27,000 bombas atómicas.
Tavera usa una analogía: “Imagínate, por un lado, que regresas de la playa, sacudes las zapatillas y caen algunos granitos de arena en el piso y, por otro lado, que venga un volquete lleno de arena y descargue en la puerta de la casa. Esa es la diferencia entre un sismo de magnitud baja con uno de magnitud alta que sí libera energía”.
Ejemplos de sismos y sus efectos
Tavera menciona que el sismo del 30 de julio de 2020 en Piura causó daños significativos en Sullana, Piura y Paita, con una intensidad VII en la escala de Mercalli. En cambio, en Tumbes la intensidad fue de IV y en Guayaquil de II, debido a la distancia del epicentro. Asimismo, el terremoto de Pisco en 2007, con una magnitud de 7.9, tuvo su epicentro a 60 km de la población, comparado con el sismo de magnitud 4.5 en Ichupampa, cuyo epicentro estuvo prácticamente debajo de la localidad, causando un colapso del 30% de las viviendas.
Factores que determinan los daños
El daño causado por un sismo depende del nivel de sacudimiento, la composición geológica del suelo y la calidad de las construcciones. Un sismo de magnitud 5 puede causar más daño que uno de magnitud 8 si su epicentro está cerca de un área urbana. La calidad del suelo también influye: las ondas sísmicas se atenúan en suelos duros, como rocas, y se amplifican en suelos blandos, como arenas con agua.
Tavera comenta: “Es igual a cuando golpean una mesa de roble, que casi no se mueve. Pero si la mesa es de vidrio, habrá mayor vibración”. Las viviendas de adobe y quincha son las más vulnerables, mientras que las construcciones de ladrillo y concreto suelen resistir mejor, siempre que estén bien construidas y sobre buen suelo. Un ejemplo de esto es el terremoto de magnitud 8.2 en la frontera de Perú y Bolivia en 1994, que se sintió en Puno solo como «un temblorcito» debido a la profundidad del epicentro.