En un desgarrador incidente al noroeste de Nairobi (Kenia), más de 45 personas perdieron la vida cuando una represa cedió en la localidad.
Según un alto cargo de la comisaría del condado de Nakuru, «Hasta ahora se recuperaron 45 cadáveres de la tragedia de la presa. El equipo sobre el terreno está desbordado, pero la búsqueda continúa».
Este desastre ocurrió cerca del pueblo de Mai Mahiu, en el valle del Rift, destruyendo hogares y bloqueando una carretera vital en un radio de cien kilómetros desde Nairobi. Además, se da en medio de un intenso período de lluvias.
Desde marzo, Kenia ha sido golpeada por lluvias excepcionalmente fuertes, vinculadas al fenómeno climático de El Niño. Estas provocaron 120 muertes en el país.
Asimismo, se registró otro incidente en el este del mismo país. Una embarcación se volcó en el río Tana y dejó dos fallecidos y 23 personas rescatadas.
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Cierre de escuelas
Las inundaciones están dejando estragos en infraestructuras y obligaron al cierre de escuelas tras las recientes vacaciones. Esto, dado el riesgo que representan las condiciones climáticas adversas. Según el ministro de Educación, Ezequiel Machogu, «El efecto devastador de la lluvia en algunas escuelas es tan grande que sería imprudente arriesgar la vida de los niños y del personal».
Cabe mencionar que las tormentas también afectan a países vecinos como Tanzania, Burundi y Uganda, donde las inundaciones dejaron un saldo devastador. En Burundi, aproximadamente 96 000 personas se desplazaron por las lluvias continuas, mientras que Uganda registró dos muertes y cientos de desplazados debido a las intensas tormentas.
El fenómeno climático no es nuevo en la región y se caracteriza por condiciones extremas como sequías e inundaciones, exacerbando los efectos de las lluvias en las regiones afectadas.
Con el continuo impacto de este fenómeno climático en África Oriental, las autoridades advirtieron sobre la necesidad de una preparación y respuesta efectiva ante las condiciones meteorológicas extremas que persisten en la región.