El presidente de la República Pedro Castillo, aseguró tener la conciencia tranquila en relación a la denuncia que intentó vincularlo con la empresaria Karelim López.
Aclaró que nunca la citó y no se encontró con ella en la casa del jirón Sarratea en Breña, como se insinuó en un medio de comunicación.
«En relación a todo esto, lo que tengo claro es que ha habido todo un montaje, un intento de quebrar este Gobierno; pero los hechos va a demostrar lo contrario», afirmó en entrevista con el semanario Hildebrandt en sus Trece.
El jefe de Estado recordó que actualmente existe un proceso de investigación por el caso y que él está llano para que todo se vea con transparencia. En ese sentido, aseveró estar dispuesto a que lo investiguen.
«La señora Karelim López no es mi amiga… Es una persona que, como cualquier ciudadano, ingresa a alguna entidad, ingresa a Palacio y no nos arrastra ningún vínculo amical, ningún vínculo laboral», enfatizó.
El mandatario explicó que el inmueble en el jirón Sarratea pertenece a un paisano que lo cobijó durante la campaña electoral. No obstante, aclaró que jamás ha tratado tema de Estado en esa casa, a donde, afirmó, ha acudido por otros asuntos de carácter familiar.
«Las conversaciones que allí hubo fue con gente amiga que estuvo en la campaña…», precisó.
En otro momento, Castillo dijo que no se siente subordinado a Vladimir Cerrón, secretario general del Partido Perú Libre con el cual postuló a la presidencia.
«Yo soy el presidente de todos los peruanos y si el doctor Vladimir Cerrón tiene una postura política y es secretario de un partido también tiene que entender que el Gobierno tiene que abrirles las puertas a todos los partidos, a todas las organizaciones, a todo el país», expresó.
El mandatario aclaró también que no es comunista ni marxista -leninista y se definió ideológicamente como un hombre del pueblo.