Una nueva polémica. Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, ha decidido no vacunarse contra la COVID-19, después de insistir durante meses en que sería “el último” brasileño en recibir el inmunizante.
“Decidí que ya no voy a ponerme la vacuna. Estoy viendo nuevos estudios, mis niveles de inmunidad están por las nubes. ¿Voy a vacunarme para qué? Sería lo mismo que jugar US$ 10 en la lotería para ganar. Eso está fuera de lugar”, señaló el mandatario de 66 años.
La decisión de Bolsonaro no ha sido sorpresa para muchos brasileños, ya que el líder ultraderechista se mostró escéptico con el coronavirus desde que inició la pandemia. Además, en distintos momentos hizo aseveraciones controversiales sobre las vacunas.
“Para mí, (es) la libertad por encima de todo. Si un ciudadano no quiere vacunarse, está en su derecho y ya está”, agregó Bolsonaro con relación a la vacunación.
Las declaraciones de Jair Bolsonaro se dan cuando la población de su país viene mostrando un gran apoyo a la vacuna. Un informe de la Universidad Johns Hopkins indica que Brasil ha vacunado completamente a cerca del 47% de su población y, según Our World in Data, el 72% de la población recibió al menos una dosis.
“En Brasil, hemos visto el impacto de las campañas de vacunación que duran un fin de semana y de los campeones de la vacunación para animar a todos los que cumplen los requisitos a vacunarse. Estas y otras estrategias adaptadas serán clave para llegar a los que aún no hemos alcanzado”, detallo Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).