Las autoridades de Moscú (Rusia) ordenaron hoy la vacunación obligatoria contra la COVID-19 de, al menos, el 60% de los trabajadores de los sectores de servicios. Ello, ante la renuencia de la población a vacunarse y el dramático incremento de los contagios de coronavirus.
«En vista de la compleja situación epidemiológica, la jefa de Sanidad de la ciudad de Moscú decretó hoy la vacunación obligatoria de los empleados de los sectores de servicios». Así lo anunció en su blog el alcalde de la capital de Rusia, Serguéi Sobianin.
Las circunstancias obligan
Hasta el día de hoy las autoridades rusas habían insistido en que la vacunación era voluntaria. Sin embargo, la reticencia de la población a vacunarse, sumada al brusco incremento de contagios en el país, las ha llevado a modificar el planteamiento inicial.
La decisión fue, inmediatamente, replicada por las autoridades de la provincia de Moscú, donde también se observa un incremento considerable de los contagios, que superan los picos registrados el año pasado.
El decreto de las autoridades sanitarias moscovitas constata que los positivos por coronavirus se han disparado a partir del pasado día 6, con un incremento diario de entre un 11% y un 20%.
El organismo ruso encargado de la protección del consumidor, Rospotrebnadzor, ordenó por su parte a las empresas moscovitas organizar la inoculación de la primera dosis de la vacuna para antes del 15 de julio y de la segunda dosis, para antes del 15 de agosto.
«En Moscú hay entre 3.5 y 4 millones de trabajadores de las categorías establecidas por el decreto. Debe ser vacunado el 60%, o sea, algo más de 2 millones de personas, y parte de ellas seguramente ya se ha vacunado». Así lo indicó la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Moscú para el Desarrollo Social, Anastasía Rákova.
La funcionaria alertó de que si el número de contagios continúa subiendo al ritmo actual, «dentro de dos o tres semanas ya no quedarán camas libres en los hospitales».
Vacunarse ya no es asunto personal
«En las últimas 24 horas murieron más de 70 personas. La mayoría de ellas ni siquiera hubieran enfermado si se hubiesen vacunado a tiempo», lamentó hoy el alcalde de Moscú.
Afirmó que, aunque la vacunación es un asunto personal, esta deja de serlo cuando los ciudadanos salen a la calle y se convierten «en coparticipantes del proceso epidémico».
«Es más, cuando en condiciones de epidemia uno trabaja en un lugar que ofrece servicios a un gran número de personas (la vacunación) deja de ser un asunto personal. Esto, independientemente, de los medios de protección individual que se utilicen«, subrayó.
Cuatro vacunas propias y reticencias de la población
Aunque Rusia cuenta con cuatro vacunas anticovid de producción propia -las bidosis Sputnik V, EpiVacCorona y CoviVac, y la monodosis Sputnik Light- la campaña de vacunación en el país, que comenzó en enero de este año, avanza con lentitud debido fundamentalmente a la renuencia de la población a inocularse.
Una encuesta realizada el pasado mes de mayo por el Centro Levada reveló que el 62% de los rusos no están dispuestos a vacunarse con la Sputnik V, el principal preparado que se emplea en la campaña y que, según sus desarrolladores, tiene una eficacia del 97%.
De acuerdo con Gogov.ru, una página web que ofrece datos actualizados y detallados por regiones del número de vacunas administradas en el país, a día de hoy en Rusia 19 052 745 personas, el 13.47% de la población, han recibido al menos un componente de los preparados anticovid rusos.