En todo el país, nueve millones de niños y adolescentes se preparan para reiniciar clases, tras el fin de las vacaciones de verano. Este regreso se da sin que el país haya conseguido aún salir de la pandemia del COVID-19.
El ministro de Educación, Ricardo Cuenca, ha adelantado que el retorno a las clases presenciales será “gradual, seguro y voluntario” y estará supeditado al plan de vacunación y la implementación de medidas de bioseguridad.
Por esto, lo más probable es que este 2021 la educación peruana se dé a través de una fusión entre la escuela presencial y la virtual. Ello, con días de asistencia escalonados, períodos de clases virtuales desde casa y horarios reducidos.
Se trata de un punto de quiebre para el sistema educativo, para lo cual docentes y estudiantes deben prepararse para enfrentarlo y aprovechar lo mejor de la presencialidad y la virtualidad.
“Para la mayoría de maestros, el 2020 significó un reto porque la manera de enseñar se convirtió en algo nuevo y distinto. Ellos no estaban preparados para la era digital y no tenían las competencias digitales. No solamente se trató de un tránsito a lo digital, sino también se tuvo que crear toda una nueva logística. Incluso, las herramientas digitales que antes eran satanizadas, como el celular, ahora se han convertido en aliados de la educación”, explica Carlos Bonilla, Especialista de Ediciones Corefo.
El experto en educación virtual y tecnologías de la información detalla estas consideraciones a tener en cuenta por padres de familia y docentes para el inicio de un nuevo año escolar.
Habla su idioma
Los escolares de hoy son nativos digitales, lo que implica que han nacido en un mundo conectado por internet. Incluso antes de la pandemia ya estaban inmersos en el mundo de la tecnología y conocían el manejo de los dispositivos y las redes sociales.
Sin embargo, no contaban con el expertise tecnológico orientado al aprendizaje. Es importante que padres de familia y docentes comprendan el mundo digital y acompañen a los estudiantes en su proceso educativo.
Adaptación constante
El 2020 fue un año de aprendizaje para todos. Los docentes y alumnos debieron adaptarse a toda velocidad a la nueva normalidad.
“Empezamos a desarrollar la interactividad con los estudiantes. Ante la incertidumbre, los maestros buscaban tutoriales y veían videos de cómo establecer clases a distancia que no es algo fácil. Pero la vida pedagógica debía continuar, incluso con todas las limitantes. Este año, con todos los cambios que se den, debe pasar lo mismo”, afirma Bonilla.
Familia comprometida
El proceso educativo de un niño o adolescente requiere del compromiso y participación de toda la familia. “Desde el inicio de la pandemia los padres de familia han tenido una suerte de trabajo colaborativo con los docentes. No solo para el seguimiento de las tareas, sino llevando sus inquietudes y dudas con los profesores y el colegio”, recuerda Bonilla.
Prepararse para el futuro próximo
Este será nuevamente un año de cambios y es importante que los padres de familia y docentes expliquen a los niños qué va a ocurrir.
De acuerdo al plan del Minedu, estas son las próximas fases de retorno a clases:
- Preparación, para implementar protocolos de bioseguridad y adecuar la infraestructura del colegio
- Adaptación, regreso a clases con presencialidad alternada con un aforo máximo del 50% en colegios y transporte escolar
- Consolidación, con la apertura de espacios comunes como bibliotecas y laboratorios; Espacios extracurriculares, con el inicio de actividades deportivas, artísticas y académicas
- Comunidad interna, en la que las familias podrán ingresar a los colegios con cita previa
- Comunidad externa, en la que los colegios tendrán el 100% de su capacidad de aforo, y se retomará a todas las actividades externas con normalidad.