Más de 300 viviendas de la comunidad shipibo-koniba de Cantagallo en Lima (construidas con madera y calamina), quedaron reducidas a cenizas durante el gigantesco incendio que se desató después de la medianoche en un mercado aledaño.
El comandante del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, Manuel Vera, estimó en RPP que el número de damnificados supera los 700 y podría ascender a más de un millar.
Para controlar las llamas, Sedapal aumentó la presión del agua; mientras que los bomberos acudieron con unos 30 camiones cisternas, así como ambulancias para atender a los posibles heridos.
Una versión sin confirmar señala que el desastre habría ocurrido debido a una vela encendida que se dejó tras una reunión. Durante el siniestro explosionaron balones de gas, lo que contribuyó a propagar el fuego.
Fuente: Andina