1. Juan Carlos.

Tengo 13 años. Y mi bici me lleva a todos lados aún. Con ella me voy por todo el barrio sur. Con ella miro a las niñas hermosas. Me gusta esa china. Solo la veo de lejos. Además todos mis amigos ya tienen su bicicleta. Lo que me gusta de mi bicicleta es que no solo me da libertad, sino que ella misma es libre. No tiene ni un documento propio. Solo es mía. Otra cosa que tiene es que con ella puedo entrar por donde sea. Y si hay mucho tráfico me subo a la vereda y listo. No le echo gasolina. Y nadie me pide documentos. La dejo en cualquier lugar.

  1. Julio 14. Alan García.

Otra vez en Madrid. Me he venido con Alan Raúl. Ya estoy un poco más tranquilo. Ni bien terminaron las elecciones las Comisiones del Congreso se reunieron y archivaron todos los procesos diciendo que no habían encontrado nada. La “MegaComisión” no encontró ni cuentas ni dinero malhabido. Tampoco lo hicieron en los años 90. Solo crearon cuentos, historias. En los años 90, me demolieron acusándome de cosas que nunca probaron. De Mirages inexistentes. De cuentas de 50 millones de dólares que nunca encontraron. De comprar una mansión al lado de la de Julio Iglesias. Nunca probaron nada. Y el difamador, la prensa nunca se disculpó. Nadie se disculpó. Y nadie pagó el crimen de la siniestra difamación. Es el precio de ser político. Y ¿para que me metí con los grandes poderes? ¿Quién me mandó a meterme con el FMI o intentar Nacionalizar la Banca? Emplearon a un diputado, le pagaron para que invente cosas. Pero eso ya pasó. No sé por qué me perturba la cabeza estos recuerdos. Ya estoy a mano con el pueblo. El segundo Gobierno fue uno de los mejores de la historia. Lo dicen todos los indicadores económicos y sociales. A veces y solo a veces me duele que los compañeros, algunos, digan que era mejor nunca llegar al Poder. Antes que yo llegue en 1982 el APRA nunca había tenido Alcaldías, Gobiernos Regionales, Gobiernos nacionales. Los apristas aprendieron administración pública. De la noche a la mañana todo eso se olvida. En fin. Es la Ley de la vida. Cuando estás arriba todos te adulan y todos te dejan cuando no vales nada.  Es hora de dormir. Y el vecino del piso de al lado se le ocurre poner a todo volumen su música. Y ese sonido lo conozco. Me sabe a Colombia. A mi exilio. A mi asilo por la persecución. Pero son sonidos que también oyó Haya de la Torre. En la embajada Colombiana seguro el embajador ponía Vallenatos.  Y esa letra:

Nada voy a hacer

Rebuscando en las heridas del pasado

No voy a perder

Yo no quiero ser un tipo de otro lado

Si. Carajo. Es verdad. Ya debo dejar de martillarme tanto. Soy obsesivo. Debo olvidar. Para que rebuscar en las heridas del pasado. Ya perdoné. Además yo no moriré en España. Estoy cojudo. No. Yo debo volver a mi patria. Yo he sido 2 veces presidente. Y una vez estuve a punto de serlo por 3era vez frente a Toledo. Además pedía a gritos una señal. Y Señor me la has enviado. Esa es la respuesta. Y ¿cómo no va a ser para mí? Si habla de Colombia y de España. Y yo estoy ahora mismo en España. Dios. Habla de Barcelona y de Barranquilla. Mañana saldré por Madrid en una Bicicleta. Me sentiré niño. Libre. Quiero oír una y otra vez esa canción. Para que complicarme. Mañana seré feliz. Como cuando era niño esperando que mi padre algún día salga de la cárcel en la que la Dictadura lo confinó. Tanto me han ensuciado. Le han hecho creer al pueblo que soy un mounstruo sin sentimientos. Así lo demolieron a Haya. Nunca lo dejaron ser Presidente. Y luego cuando murió le levantaron homenajes. Que hipocresía. Que maldad.  Quiero caminar entre mi pueblo otra vez:

Puedo ser feliz

Caminando relajado entre la gente

Diciembre 2016. Juan Carlos.

Tengo 48 años carajo. Soy el abogado que sale en la tele. Escribo artículos. Y hoy me toca escribir sobre la Moto. El Gobierno Municipal de Piura ha tomado una decisión ridícula. Y los moteros me piden mi intervención. Mi opinión. Leo. Leo los antecedentes históricos de la Moto. Y estos me remiten a leer sobre la Bicicleta. Pongo en Google Bicicleta. Leo el concepto. “ Vehículo no motorizado que solo depende del esfuerzo humano para transportar una persona de un lugar a otro. No requiere documentación oficial. Tampoco permiso para conducir. No requiere más que el propio esfuerzo. Es económica y ecológica.

Al leer el concepto mi alma quedó hechizada. Me transportó al pasado. A mi niñez libre. A mi adolescencia hermosa. Me había olvidado de mi vieja compañera. Mi bicicleta. De la amiga de siempre. Luego de leer los conceptos y la historia de la bicicleta me dio curiosidad por ver el video que aparecía de Carlos Vives. Después de todo Carlos ya me había impactado con “La Gota Fría” que habla del folklore indígena de Colombia. El viejo enfrentamiento musical de rivales en las fiestas patronales. Y me emocionó “La Hamaca Grande”. Que genial es este Vives. Que letras, que música. Un Perales del Vallenato.

Y oí la canción. “La Bicicleta”. Todo lo que decía era verdad. Es cierto cada letra. Mi vieja bicicleta me llevaba a mi manera donde yo quería. Era feliz. Y es verdad. Escribí esa carta no solo a alguna niña diciéndole mis sentimientos. Le hice cartitas a mi madre Johana. Le hice a mi mamá abuela. Se me llenaron los ojos de lágrimas. Voces del pasado aparecieron. Me sacudió leer esta parte:

Ella es la favorita, la que canta en la zona

Se mueve en su cadera como un barco en las olas

Tiene los pies descalzos como un niño que adora

Y su cabello es largo, son un sol que te antoja

Le gusta que le digan que es la niña, la lola

Le gusta que la miren cuando ella baila sola

Le gusta más la casa, que no pasen las horas

Le gusta Barranquilla, le gusta Barcelona

En un solo párrafo podía ver a mi abuela, a mi madre, a mi esposa. A todas y cada una de las mujeres de  mi vida. A mis amigas. A Pamela, a la China Mary. a la señora Silvia, a las mellizas, a la madre de Toño, a la madre de los Orrego, a la madre y hermanas de cada uno de mis amigos. Que felicidad. Que ganas de bailar. Que éxtasis. Que Libertad. Que ganas de ser feliz por serlo. Sin causa alguna. Sin cosas. Sin dinero. No lo necesitas. Me compraré una Bici y saldré a decirle a todos que no necesitan dinero para ser feliz. Que la bicicleta los llevará solo donde su esfuerzo lo pueda llevar. Su propio esfuerzo. Sin complicaciones. Silbando canciones. Ser Feliz por serlo. Solo por eso. De pronto me sentí tocado. Descubrí una chispa de Dios.

Diciembre 2016. Alan García.

Ha estallado el escándalo Lava Jato. Odebrecht. Una vez más pediré que me investiguen y levanten el secreto bancario. Que se cansen buscando. Jamás encontrarán nada. Mis enemigos que tanto me odiaron aparecen complicados. Olivera mi gran acusador embarrado al haber intercedido ante el Contralor para que se beneficie a esta empresa. Humala, Nadine. Toledo, Villarán, Ppk comprometidos. Hay nombres, montos, cuentas. La vida da vueltas. Si. Como llantas de Bicicleta. Y el Grupo poderoso dueños de los medios de comunicación que me demolieron están comprometidos hasta el  cogote. 20 millones en el Gobierno de Toledo. Casi 8 millones con Nadine y Humala. Y en cambio ya individualizaron que en el Gobierno aprista no está comprometido el Presidente. La vida da vueltas. Como llantas de Bicicleta. Y esa foto en Madrid paseando en bicicleta. Tan extraña es la vida. Espero el Partido encuentre su cauce. Es hora que en el 2017 se contribuya a la patria. Ya tengo 67 años. Los años no pasan en vano. Es hora de otro tiempo. Tiempo de la Bicicleta. Ni más ni menos.

Por: Juan Carlos Mejía Seminario