A diario, los que acudimos al mercado central de Piura observamos que la avenida Blas de Atienza se ha convertido en la habitual morada de los comerciantes informales. Por muchos años, sus veredas y estacionamientos son utilizados por los vendedores que no lograron alcanzar un puesto formal en el centro de abastos y han tomado las calles para seguir trabajando.

La Gerencia de Seguridad Ciudadana ha informado que hay alrededor de 1.200 comerciantes en la Blas de Atienza, pero al recorrer el lugar parecen ser más. Puestos de fruta, de ropa, zapatos, útiles escolares, plásticos, etc, se colocan a diario y ganan todos los clientes que pueden. Esta es la principal queja de los negociantes formales, quienes siguen insistiendo al alcalde Oscar Miranda por un proyecto integral para no permitir más comercio ilegal.

En el jirón San Lorenzo también se ubican los comerciantes. En reiteraciones los agentes de Fiscalización de la Municipalidad han realizado operativos, pero los negociantes siguen llegando. Foto: Walac Noticias
En el jirón San Lorenzo también se ubican los comerciantes. En reiteradas ocasiones los agentes de Fiscalización de la Municipalidad han realizado operativos, pero los negociantes siguen llegando. Foto: Walac Noticias

La Municipalidad de Piura, en la gestión Ruby Rodríguez erradicó gran parte de los comerciantes de Mártires de Uchuracay y Jirón San Lorenzo, la Pera y la Av. Sullana. El alcalde Miranda también hizo lo propio con la Blaz de Atienza, pero ha sido en vano, porque los comerciantes siguen colocándose a lo largo de la avenida.