Si crees que el brasier es una prenda que se puede usar varias veces y que al no estar al contacto de la zona íntima, como sí es el caso de las ropas interiores, no tienen por qué cambiarlo tan rápido, ¡Te quivocas! Los sujetadores sí están propensos a contaminarse con hongos y bacterias que pueden dañar nuestra salud.

Es fundamental que sepas que esta prenda al estar contacto con la piel se ensucie con facilidad y aquí te dejamos cinco riesgos que corres cuando no lo lavas con frecuencia.

1. Infecciones: producto de los hongos y el calor.

2. Acné: el sudor, el polvo y las bacterias harán que desarrolles espinillas en la zona de escote, senos y hasta la espalda.

3. Mal olor: por el mismo asunto del sudor, justo ahora en verano, la tela absorbe el líquido y luego puede desprender un aroma poco agradable y puede ensuciar tu outfit.

4. Irritación: un sostén sucio puede generar escozor no solo en el escote sino también en las axilas provocando así que se irrite y salgan puntos rojos.

5. Pezones lastimados: esta zona de nuestro cuerpo es muy sensible y si no tienes un sostén adecuado y la tela es de baja calidad, entonces sumado a los anteriores factores podrían lastimarlos.

No olvides lavarlos con frecuencia, el máximo es dos usos y luego pasarlo por limpieza. Ahora que conoces los riesgos ponlos en práctica y no te expongas.

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