Encontrar el brasier que nos calce a la perfección resulta todo un dolor de cabeza, por eso cuando lo logramos no queremos desprendernos ni un momento de el y lo usamos tan seguido se convierte en una extensión de nostras.

Los podemos tener por tantos años que a la larga llegan a perder su atractivo y su función esencial: mantener las bubbies en su sitio. Sin embargo, nada de eso importa porque ya nos acostumbramos a ellos.

Pero como todo en la vida, los brasieres también tiene fecha de caducidad, puede que no lo notemos pero cuando dejan de ser útiles te brindan una apariencia desalineada. Además de no favorecer a nuestro cuerpo y llegan a dañar nuestra salud.

Por eso, en esta nota te dejamos algunas señales que indican que ya es momento de dejar de lado a tu viejo amigo.

Las tiras se caen

No importa lo mucho que las ajustes o la cantidad de veces que las acomodes, si las tiras de tu bra siempre terminan cayéndose de tus hombros es señal que debes cambiarlo.

El elástico se estiró

Lo indispensable al momento de conseguir un sostén es que este tenga el tamaño adecuado que se ajuste a tu cuerpo. Cuando se estira demasiado deja de mantener al busto en su sitio y con el tiempo puede provocar su caída.

Las copas no se quedan fijas

Esto es muy fácil de comprobar, solo debes levantar tus brazos y si las copas también lo hacen ya no sirve. ¡Dile adiós!

Recomendaciones:

Cuando realices tus compras de ropa interior asegúrate de revisar el material y la calidad pues eso influye mucho en su tiempo de duración. Un brasier de encaje dura menos que uno de algodón, y uno de costuras reforzadas será mucho más difícil que se dañe.

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