Esta idea recurrente,

quiere jugar con mi mente,

pa’ volverme a engatusar

El Rey quiere ser reelecto. Desde que salió electo la misma noche le confió a sus colaboradores que él quería ser reelecto. Es una idea recurrente que lo persigue. Lo obsesiona. Juega con su mente. Es un espejismo que lo lleva a creer que es lo que no es. Ha sido esta idea permanente la que lo ha llevado a mantener una política publicitaria en ese sentido. Su necesidad de estar en campaña electoral permanente está guiado por esta idea que lo persigue.

Cuando se aprobó la Ley que le impide la reelección inmediata pues ha tenido otra “feliz” idea. De pronto ha centrado su atención como autoridad en Piura provincia. Ahora quiere ser Alcalde de Piura. Es su nueva idea recurrente. Juega con su mente. Y lo vuelve a engañar. Está rodeado de la misma gente que rodeó a Atkins. Primero estaría “Montesinos” Bertini. Rey depende tanto de él, que a pesar que estaba suspendido por la Contraloría de la República lo tuvo como asesor privado a tiempo completo. ¿Quién le pagó? Puede alguien trabajar sin cobrar nada? De acuerdo a denuncias el señor Bertini se encarga de todo. El designa gerentes, decide licitaciones, decide actos y solo se reúne con el Rey para darle cuenta.

El aparato que lo rodea al Rey  se encarga de endiosarlo. Permanentemente le revientan cohetes. Tienen una red de operadores de redes que incluso dentro del Gobierno Regional se dedican a atacar a opositores y críticos. Extrañamente la prensa ante evidencias claras de corrupción hace un insólito silencio. Dicen los deslenguados que tiene operadores para controlar la prensa. El “equipo” que lo rodea cuida sus sueldos y sus negocios e intereses.

Mejor esquivo el polvo

no quiero caer de nuevo en esa foto de locura

de hipocresía total

Siempre hay un Dios. Este Fenómeno “El Niño” último ha desnudado la verdad. Resulta que el tan mentado Liderazgo del Rey no solo no existe sino que ha sido fabricado por su cohorte de empleados. Existen medios probatorios que demuestran que las pocas obras de prevención fueron malas. Y las que los especialistas le pidieron no las hizo. Había dinero y no lo hizo. Le pidieron la descolmatación del cauce del río Piura, que limpie su cauce. Pues no lo hizo tal como le pidieron los entendidos. No protegió los diques. No hubo el mantenimiento adecuado. Tanto Humala como Rey tienen responsabilidad directa. ¿Dónde están los 3 mil millones que se gastaron en prevención? Rey también es autor de habernos puesto los Alcaldes que tenemos. La innegable responsabilidad del Alcalde de Castilla y la responsabilidad del Alcalde de Piura. El los llevó en su movimiento UDN. Y nos dijo que el lideraría un trabajo conjunto con ellos para sacar toda la región adelante. Nos dijo que por primera vez los alcaldes trabajarían con el Gobernador Regional.

Sin embargo, la foto emblemática del es aquella en la que el Río tapa el llamado “Cuarto Puente”. Ese día quiso usar otra vez su habilidad publicitaria para aparecer como un admirable luchador que fue vencido por la naturaleza. Sin embargo, existen medios probatorios que un día y medio antes el REY si sabía la cantidad de agua que venía. ¿Por qué no ordenó la evacuación de los pueblos posibles afectados? ¿Por qué le mintió a Piura? ¿Puede su idea  recurrente, su locura de la reelección más que su responsabilidad frente a vidas humanas? De hecho que hay Negligencia grave en sus funciones y hay Exposición de personas al Peligro. Ahora Rey quiere esquivar el polvo de la responsabilidad. Se arrepiente de la Foto de Locura. El sabe que es una hipocresía total.

¿Quién puede hablar del amor?

¿Y defenderlo?

Que levante la mano, por favor

Me pregunto, si después del desastre y de las evidentes denuncias, todavía su “equipo” hablará de querer, de tener Amor por el Rey. Habrá todavía empleados suyos dispuestos a defenderlo. Al menos que desde ahora levanten la mano por favor.

Una historia repetida

solamente un déjà vu

que nunca llega a su final

No permitamos que la historia se repita. Que siempre sea un constante déjà vu, que nunca llega a su final. Piura merece más. Merece mejores destinos. No a la improvisación de los “independientes” sin experiencia y sin amor a Piura. Ni más ni menos.