En el año 2002 se convocan, luego de muchos años, elecciones de gobiernos regionales en nuestro Perú.  

El Gobierno de aquella época modificó luego de las elecciones toda la legislación sobre la materia y retiró las competencias a los presidentes regionales para designar a sus funcionarios de confianza.

Implementó toda una legislación dirigida a permitir un intervencionismo descarado del Gobierno Central. A ese efecto, creó el Consejo Nacional de Descentralización (CND). Fue éste organismo el que implementó exámenes presididos por funcionarios del Gobierno Central. 

Este criterio modificó todo el panorama. Obligó a los nuevos gobiernos regionales a buscar estrategias para evitar ser invadidos en sus funciones y competencias por el Gobierno Central.

En ese contexto, ganó el Primer Concurso Público para Director Regional de Educación de Piura de la historia, el profesor Dante Ramírez Castillo. Y fui convocado para ser su Asesor Jurídico. Debí entrar a trabajar tranquilamente. Sin embargo, el primer escollo que debí, como abogado, superar fue que los perdedores del examen habían interpuesto sendas reclamaciones administrativas para anular el examen.

En mis horas libres me tuve que avocar a diseñar una estrategia de defensa. Planteé que se interponga una Acción de Amparo contra el CND. La mayoría de amigos abogados a los que les comenté la aventura a la que me embarcaba me dijeron que era una locura: “Un abogado provinciano jamás le ganará a la Presidencia del Consejo de Ministros”. Eso fue lo que me repitieron incansablemente.

Escogí como camino jurídico y eso le recomendé al Director Regional de Educación recién asumido: que presente una Acción de Amparo.  Durante mis horas libres nocturnas estudié todos los caminos y todas las posibilidades. Preparé la Acción y fue presentada.

El Juez de Primera Instancia concedió la Medida Cautelar y rechazó nuestra Acción de Amparo. La Sala Civil hizo lo mismo. Todo estaba para ser decidido en el Tribunal Constitucional y contra todo pronóstico ganamos la Acción de Amparo a ese nivel.

Fui a Lima y di un vibrante alegato ante el Tribunal. Demostré que si es cierta la historia de David contra Goliat. Los grandes retos jurídicos se realizan con estudio y coraje. Ni más ni menos.