El champú, el enjuague bucal y el desodorante caducan a los 12 meses. ¿No lo sabías? Pues hay otros productos cotidianos que también tienen fecha de vencimiento, aunque la mayoría de la gente se resista a jubilarlos. ¡Toma nota!

Peines y cepillos (7-12 meses)

Entre 7 y 12 meses, esa es la duración de los peines y cepillos. Además, no te olvides de limpiarlos (al menos) una vez a la semana. 

Cepillo de dientes (3 meses)

No solo hay que cambiarlo cuando se deformen sus cerdas, sino también después de cada resfriado (para no volver a contagiarse) y/o cuando hayan pasado tres meses.

Zapatillas de correr (400-500 km)

Aunque tú las veas bien, hay que renovarlas cuando ya tengan entre 400 y 500 kilómetros porque entonces habrán perdido sus propiedades de amortiguación. 

Protector solar (12 meses)

Según la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (STANPA), las cremas solares duran 12 meses, así que no puedes volver a utilizar la misma que compraste el verano pasado. 

Brasier (1-2 años)

Cuando el sujetador haya perdido su forma y/o empiece a hacerte daño, sustitúyelo por otro nuevo. Y no olvides lavar esta prenda a mano para alargar su uso hasta los dos años. 

Rímel (2-3 meses)

Según los expertos, el rímel tiene una caducidad de entre 2 a 3 meses. ¿Y los pintalabios? De 12 a 18 meses. Ahora ya lo sabes. 

Toallas (1-3 años)

Deberías jubilar las toallas que tengan más de tres años porque ni siquiera el lavado frecuente conseguirá acabar con todas las bacterias. (Foto: asier_relampagoestudio / Freepik).

Pantuflas (6 meses)

Sentimos decirte que tus pantuflas también suelen contener muchas bacterias. Por eso se recomienda lavarlas de manera frecuente y sustituirlas pasados los seis meses.

 

Perfumes (2-3 años)

Si el frasco ya ha sido abierto, tu perfume conservará su olor durante tres años. Guárdalo siempre en un lugar fresco. (Foto: Pixabay).

Esponja (2 semanas)

Si no sueles desinfectar tus esponjas, deberías reemplazarlas a las dos semanas porque podrían estar contaminadas. Los expertos, además, recomiendan guardarlas en un lugar seco para evitar que acaben llenas de bacterias. 

Almohada (2 años)

Las almohadas, según los fabricantes, tienen dos años de vida. Y es que con el tiempo se convierten en un nido de ácaros y acaban perdiendo su forma.