Es cierto que los gatos son animales muy independientes, pero a veces pueden sufrir alguna enfermedad, contusión o infección que no son capaces de notificar, si bien el gato no demostrará que esta sufriendo hasta que el dolor sea intolerable para el, la persona a cargo debe estar atento al comportamiento del felino para determinar que tipo de problema tiene el animal.

1. Presenta falta de respuesta

Si tu gato no responde a los estimulo o ni siquiera te mira cuando lo llamas hay algún problema serio. Observa si esta respirando o si lo hace con dificultad. También es posible que se haya intoxicado, en toco caso no pierdas más tiempo y llévalo a la emergencia.

2. Busca cambios en su comportamiento y apariencia

Los gatos enfermos dormirán más. Si tu gato no tiene otras señales de enfermedad, como vómito, diarrea, pérdida de apetito o hinchazón evidente, mantenlo bajo observación. Si los síntomas aumentan, llévalo donde un veterinario.

3. Presta atención a su apetito

Si has notado que tu gato no ha comido mucho últimamente o si lo ha hecho más de lo normal, puede haber algo mal con él. No muestra interés en la comida durante todo un día, podría deberse a una serie de problemas. Se rehúsa a comer durante más de 24 horas, haz que lo revise un veterinario para que pueda corregir el problema subyacente antes de que desarrolle complicaciones

4. Presta atención al peso y pelaje de tu gato

Cualquier cambio en el peso es significativo y debe ameritar una visita al veterinario. La pérdida de peso repentina o gradual podría ser una señal de enfermedad. Por lo general, el pelaje que anteriormente era brillante y bien cuidado se volverá opaco, enmarañado y enredado. Si bien el estrés puede representar la pérdida de pelo o cambios en los hábitos de acicalado, es posible que tu gato esté realmente enfermo.

5. Busca síntomas

Si las condiciones anteriores están presentes en tu felino amigo, es hora de buscar síntomas más específicos que te den una idea de que puede estar sufriendo el gato, si tu gato vomita, en especial varias veces al día; buscar diarrea, son heces líquidas que no tienen forma y son definitivamente anormales; o respira con mucha rapidez y de manera superficial o con la boca abierta, y no se ha ejercitado, es necesario llevarlo al veterinario.

6. Presta atención a sus ojos

Examina los ojos (así como la nariz) en busca de cualquier secreción excesiva. Si tu gato continuamente parece estar llorando, podría ser alérgico a algo o tener una infección, si la secreción se presenta con una sed u orina excesiva, letargo y un pelaje opaco, llévalo al veterinario.

7. Observa la boca del gato

En concreto, busca cualquier decoloración en las encías. Si notas que las encías de tu gato, en especial si tiene encías negras, se vuelven muy pálidas, es posible que esté enfermo. También debes oler el aliento de tu gato. Si hay un olor extraño que no es producto de algún alimento, entonces podría deberse a un problema.

8. Revisa a tu gato en busca de pulgas

Observa si tu gato se rasca demasiado, lo que podría indicar la presencia de pulgas. Si ves que tu gato se rasca con frecuencia, deberás revisarlo. Consigue un peine con dientes finos y pásalo a través de su pelaje. Busca manchas pequeñas marrones de rápido movimiento (las pulgas) especialmente alrededor del cuello y la cola del gato.

9. Busca señales de hipertiroidismo o de tiroides hiperactiva

Los síntomas incluyen un aumento en el apetito o en la sed, una pérdida de peso inexplicable (en especial de la masa muscular), nerviosismo o irritabilidad, vómitos frecuentes, letargo y debilidad, diarrea o un pelaje desaliñado. Si tu gato presenta dos o más síntomas, debes llevarlo a un veterinario. El hipertiroidismo generalmente se produce en gatos de mediana edad a mayores, siendo algo raro en los jóvenes.

10. Busca síntomas de una enfermedad del tracto urinario inferior

incluyen una micción inadecuada o difícil y frecuente, pérdida de apetito, apatía, presencia de sangre en la orina o una necesidad de lamerse frecuentemente los genitales. Esta enfermedad es una inflamación dolorosa del tracto urinario inferior que puede ser fatal rápidamente, la cual se puede producir por diversas causas desde una ingesta de agua disminuida y retención en la orina hasta virus, bacterias o el tipo de dieta.

Los gatos pueden parecer muy autosuficientes, pero es deber de la persona a cargo cuidar de ellos y de su salud, es por eso la importancia de mantenerlos vigilados al mínimo cambio de comportamiento para tener una respuesta rápida en caso de enfermad y evitar la muerte de la mascota.

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